Estamos aca.

Estamos en la bienal de artes visuales de porto alegre, rompiéndonos el alma para que este trabajo brille, para que refleje lo mejor de nosotros; de hecho, hace un par de días venimos a toda pastilla, paliando la fiebre.
El sábado 1 de octubre el proyecto LOVETOUR: cumple un año.
Es un año de haber sumado intensidades lo que nos trajo hasta acá: Irina, Santiago, Enrique, el Subte, Fernando, Juliana, mientrastanto, Lucía, Graciela, de las maneras más extrañas o más simples, fueron enclaves de crecimiento, de estímulo, de confianza.

Dice la mántaras que hay como una cosa de éxito en la que nunca deberíamos creer, que es una especie de engaño para correr más rápido cada vez, atrás de una supuesta zanahoria. Y es cierto, uno a veces se mezcla y las cosas no son siempre claras, los caminos posibles. En este sentido, esto de la transversalidad tiene siempre un pivote por fuera, esas otras acciones en la producción arquitectónica, urbana, editorial, que nos van aireando y permitiendo intercalar tomates, papas y maníes, en este caminito zanahoril.

De las mejores cosas que nos pasaron hasta ahora, fue encontrar un nuevo punto de intersección con el mientrastanto en la visita al MST, robarle a Llanos una belleza de Felisberto Hernández, que aún no se nos había cruzado en la vida, y conocer a la nueva mujer de mi viejo. María Aparecida, me dio un "pingente", "uma figa", para que nos proteja y se encargue de nuestras andanzas (y además un celular que vino fenómeno, y un apoyo gastronómico y afectivo que supera todo lo previsible).
Por último, pero no menor, el "bunker tecnológico", que es ni más ni menos que una de las 2 habitaciones que dispone LOGO en el hotel: Un lounge con máquinas, cargadores de baterías, cámaras de foto, video y equipos de música, los bombones de maria aparecida, el agua de aguerre, las frutillas de rulfo, y obvio, desde donde se carga frontera cotidianamente,...
la estamos pasando bien.